sábado, 8 de enero de 2011

Capítulo 10

Me giré y miré sus grandes ojos verdes, tenían  luz propia. Él me besó. Sentía coo mis piernas temblaban y mis dedos se perdían en su pelo. Todo era perfecto.

 —Pensé que no vendrías.

 —No seas tonto... No he dudado ni un segundo en que tenía que venir. Ha sido
precioso todo lo que has hecho hoy por mí.

 —Tú si que eres preciosa... y ahora sí que eres mi princesa, y lo serás
por siempre.

Pasamos toda la tarde haciendo el tonto por la calle, besándonos en cada sitio que parábamos y parando cada segundo.

Entonces sí que estábamos juntos y nadie nos podría separar. Pablo me acompañó a mi casa cuando me tenía que ir. No podía despedirme, quería dormir abrazada a él. Quería verle en todo momento.

Al día siguiente fuimos juntos al instituto, no parábamos de besarnos como locos. Nos daba igual que todo el mundo nos viera. Éramos felices así. Mis amigas me vieron yvme felicitaron; pero Rodri, nos vio, agachó la cabeza y se fue. Marcos se rió de nosotros y Diana se puso roja de envidia.

Mi novio era el chico más perfecto que había conocido en mi vida. MI NOVIO.

Me encantaba como sonaba... Esa tarde habíamos quedado y no
quería decirme dónde me llevaría. ¿Otra sorpresa? Posiblemente.Mi
madre me obligó a comer y luego no pude entrar en el baño porque ella se estaba duchando para ir al trabajo. Joder, ahora no podía ponerme como una foca, tenía que estar perfecta para Pablo.

El timbre sonó y bajé a abrir la puerta. Ahí estaba Pablo, sonriendo.

Fuimos a las afueras de la ciudad y me tapó los ojos con un lazo rojo.

—¿Confías en mí, princesa?  —dijo.

 —A ciegas.  —contesté.

Me llevó a un sitio donde se escuchaba el río y me quitó el lazo. Aquello era precioso. Estábamos en la orilla del río, el agua era cristalina y los árboles eran muy altos, sus hojas empezaban a
ponerse marrones y a caer sobre la hierba. Los huecos que habían entre las hojas de los árboles dejaban pasar rayos de luz que en este momento iluminaban a Pablo.

 —Pablo, quiero saberlo todo sobre tí, quiero saber más cosas de ti que las que tú sabes. Háblame de tus amigos de Madrid, de tu colegio, tu casa... de tu padre...

 —¿Mi padre? Mi padre es un cabrón, Lore. Mi padre maltrataba a mi
madre. La última vez que la pegó yo lo vi todo y me metí por medio. Mi padre llevaba una navaja y yo no la había visto. No dudó ni un puto segundo en clavármela. —Se levantó la camiseta, dejando ver una cicatriz—. Después de clavarmela se fue a continuar dándole una de sus palizas a mi madre y aproveché para llamar a la policía. Mi madre estuvo tres semanas en coma. Mi padre está ahora en la cárcel pero no sé por cuanto tiempo, así que mi madre y yo decidimos que este sería el mejor sitio para olvidarlo todo y comenzar una nueva vida.

—Pablo... No imaginaba nada... Lo siento... —Me abrazó muy fuerte y noté como su respiración se agitaba.

—¿Sabes qué? Que no me importa nada haber vivido todo eso si la
recompensa eres tú.


6 comentarios:

  1. Que cortito!! jajajaja Amooo a Pablooo! Aish!

    ResponderEliminar
  2. Ohh... joder.. pobrecitoo.. :( sii esqe son tal para cual.. =D
    Mee gustoo.. ;) un besoo guapaa !!
    te deJo el mio x sii te abuures.. =D
    http://unpequeniocuento.blogspot.com/
    seguir seguir.. =D qee os leere cada findee.. qe es cuando podre conectarmee.. :S

    ResponderEliminar
  3. Aww sigo insistiendo Pablo es hermoso!
    aww que triste su historia :s
    pobre la madre de pablo
    pero aun asi el es tan hermoso
    Me ha gustado mucho
    Espero el proximo :D

    ResponderEliminar
  4. Alaa molaa!! por cierto, hay una parte que sale esto:


    me gustarçía saber qué dice en realidad!! jajaj
    Está muy bien, besos!!

    ResponderEliminar
  5. Me encanta, sobretodo cuando le dice ....no me importa nada haber vivido todo eso, si la
    recompensa eres tú.

    ResponderEliminar
  6. Hola!!^^
    Estoy celebrando un sorteo por mis 50 seguidores.
    El premio es cualquier libro que no supere los 20€
    Vete a mi perfil, alli encontraras mi blog :)
    Un besito!

    ResponderEliminar