domingo, 5 de diciembre de 2010

Capítulo 7

Capítulo 7
Las siguientes clases las pase mirándole, sonriéndole y pensando en él. Sabía que esto no estaba bien. No podía enamorarme del típico chulito que se lleva a todas de calle y tiene, como mínimo, una novia por semana. Aunque algo en mi interior me decía que le diera una oportunidad, que lo conociera más de fondo. Hoy fue sincero cuando me contó el por qué había venido a vivir aquí. Sentía curiosidad por saber por qué no quería hablar de su padre, pero no le iba a obligar a contármelo. Estaba empezando a pensar que su pose de tío duro y chulo era pura apariencia y que detrás de esa mascara se escondía un chico sensible y romántico. Sonó el timbre. Tocaba recreo. Alba se acercó a Yaiza, a Rebe, a Silvia y a mí y nos dio un papelito a cada una. “El sábado hay fiesta en mi casa. A las 18:00 h”. Observé como seguía dando papeles a la gente. Le dio uno a Pablo. Sabía que Pablo iría. Tenía que convencer a las chicas para ir. La verdad es que fue muy fácil, ellas querían ir.
El resto del día fue normal. Clases, como siempre, aburridas, sonrisas con Pablo en medio de la clase, mi madre obligándome a comer demasiado. Total, tuve que volver a practicar mi “estrategia” para librarme de tanta comida.
Por la tarde, quedé con Silvia. Hacía tiempo que no quedábamos y teníamos uno de esos días de cotilleos, pelis bobas… Hablamos de mil estupideces, nos reímos con las paridas que hicimos hace tiempo y con las que hicimos hoy. Y por supuesto, no falto el tema de Pablo
-Reconócelo, Lore, te gusta Pablo.
-¿Cómo me va a gustar Pablo? Es un chulo y un creído, y ya aprendí la lección cuando estuve con su primo.
-Pero con él es diferente. Y tú lo sabes. A mí no me puedes engañar, recuerda que te conozco demasiado como para saber si mientes o dices la verdad.
-¿Se nota mucho? –pregunté, rindiéndome.
-A ver, pones cara tonta cuando lo ves, te quedas embobada mirándolo, sonríes cuando te mira, si está cerca también sonríes… y tus ojos brillan si alguien lo nombra, o si tu lo nombras.
-Joder, ni siquiera sé como ocurrió. Él es estúpido, chulo, creído, es como su primo. Me cae mal… me caía mal… Pero me vuelve loca. A veces es tan dulce, otras tan gilipollas. ¿Cómo voy a saber lo que siento si estoy hecha un completo lio? Mira, cuando él está cerca quiero ir allí y besarle, pero odio que utilice conmigo “princesa” con eso tono posesivo. No soy nada de él, aunque no sé si eso es bueno o malo, si quiero ser o no quiero ser nada de él. No sé si le quiero, si le odio, lo único que sé es que no consigo que se vaya de mis pensamientos.
-Si quieres mi más humilde opinión, creo que estás enamorada de él. Y que lo estás desde el primer momento en que lo viste.
No sabía que pensar. ¿Me estaba enamorando de Pablo? ¿Tenía razón Silvia? ¿Se estaba equivocando y no era cierto? En realidad, no tenía ni la más mínima idea de nada. Pero no debía enamorarme de él. Me alejaría de él. Eso es lo mejor para todos, alejarme de él.
Los dos días siguientes lo evitaba en clases, salía corriendo para que no me acompañara a casa. Pero… en la fiesta lo tendría que ver. Eso no lo podía evitar.
Al final, el sábado llegó, y con él la fiesta. Me desperté bastante tarde. Me di una ducha relajada, comí un poco, me deshice de la grasa que me habían obligado a comer… Me puse mis pitillos negros, una camiseta larga con un escote de infarto, también negra, y unos botines grises que tenían un poco de tacón y prácticamente eran nuevos. Me maquillé un poco, pintándome los ojos con unas sombras negras difuminándola, dando un toque negro por abajo y gris un poco más arriba, eso lograba que mis ojos, que también eran negros, adquirieran una gran profundidad. La verdad es que estaba genial. Fui a donde habíamos quedado las chicas y yo, ya que habíamos decidido ir juntas.
Marcos, Diana y el resto del grupito de las “super guay”, un montón de gente que no conocía de nada… Todos estaban en la fiesta. Todos menos Pablo. ¿Dónde estaba Pablo? En la fiesta no estaba, no aparecía por ningún lado. La cuestión es que hago yo buscándolo. Había decidido alejarme de él, así que no me importaba si está o no en la fiesta. Decidí dejar mi abrigo y mi bolso en la habitación que nos había mencionado Alba y ya de paso coger algo de ver. Había algunos que ya llevaban varias copas de más, pero yo seguía mirando toda la sala en busca de Pablo. No podía evitarlo. Nada, no aparecía. Volví con mis amigas y de repente apareció.
-Lore quiero hablar cinco minutos contigo. –Me dijo Pablo agarrándome con cariño de la mano.
-Perdóname, pero ahora no puedo. –Yo seguí bailando con Rebe.
-Voy un momento al baño. Vengo enseguida. –Odiaba a Rebe. ¿No puede escoger otro momento para ir al baño?
-Por favor, Lore, deja de esquivarme. Me estoy volviendo loco. Un día va todo bien y al siguiente me esquivas, parece que te doy asco… Desde que nos conocimos te he pedido perdón millones de veces, reconozco que algunas veces la cagé muchísimo, pero… ¿ahora? ¿Qué se supone que hice ahora? Ahora, y tú lo sabes, no te hice nada. Princesa, no me trates así.
-Pablo, respétame. No quiero hablar contigo.
Me fui de allí, dejando a Pablo en medio de la sala, mirándome. Cada día estaba más guapo, cada día su voz me llamaba más la atención, sus ojos, su pelo negro, sus labios, da día me gustaba más. Él, era simplemente él. Me fui a una habitación vacio y me senté en la cama. No pude evitar que de mis ojos brotaran más y más lágrimas. Era inevitable. Alguien abrió la puerta. Marcos. Pensé que cogería algo y se largaría.
-Pero que guapa estás… ¿Qué haces llorando? Deja que te anime, preciosa.
Se acercó a mí. Me intentó besar. Me aparté como pude. Note su olor. Olía a alcohol, estaba borracho. Intenté que no me besara, pero me agarró fuertemente de las muñecas y me tumbo en la cama. Comenzó a besarme por el cuello mientras su mano recorría mi camiseta y acariciaba mi tripa
-¡Quita, ostia! ¡Marcos, para!
Era muy fuerte. No podía hacer nada. Lloré. Grité. Intenté apartarlo. Era inútil. La puerta se abrió y alguien le empujó.
-¡Que te apartes, ostia, si no quiere, no quiere!
Joder, era Pablo. Después de cómo lo traté hace unos minutos y ahora él me estaba defendiendo de su primo.
-Pablo, pírate. Esto no es asunto tuyo. Vete.
-El único que se va de aquí eres tú. Marcos, lárgate.
Marcos le dio un puñetazo a Pablo. El labio de Pablo empezó a sangrar. Pensé que se iban enzarzar en una peles, pero pablo me agarró de la mano y me sacó de allí.
-Princesa, nos vamos.
Salimos de casa de Alba casi corriendo. Estuvimos andando abrazados, como si fuéramos novios, mientras él me besaba el pelo. Nos paramos en un banco. Yo seguía llorando. Sentí como si la mano de Marcos me recorriera la piel.
-Pablo, muchas gracias. Yo… no se qué hubiera pasado si no llegas a entrar…
-Lore, prefiero no pensar en eso. No sé que hubiera hecho si mi primo te llega a… Joder, Lore, si te pasa algo yo me muero. –Agachó su cabeza. Le acaricié el pelo. Cuando, al fin, levantó la cabeza, pude ver como las lágrimas surcaban su rostro. Le abracé-. Lore, me importas, y me importas mucho. Entiéndelo. Aunque no lo creas, conocerte es lo mejor que me pudo pasar en la vida, porque todo o bueno que tengo en esta vida, me lo has dado tú. Yo, antes de conocerte, no tenía buenos recuerdos, ahora… Tú haces que quiera seguir viviendo.
Me acarició la cara. ¡Dios! Que mono. Limpió mis lágrimas, apartó mi pelo de la cara y pasó suavemente sus dedos por mis labios. Mi corazón iba a mil por hora. Sin que yo me diera cuenta, una de mis manos fue a parar a su cara. Quería besarlo. Me quería besar. Ahora ya no estaba confusa. Sabía lo que quería. Sabía que lo quería. Adelanté mi cara y le di un suave beso en la mejilla, cogiendo una lágrima que escapaba de sus ojos. Volví mi cabeza atrás y lo miré a los ojos. Nuestros ojos se encontraron. Saltaron chispas. Nuestras caras se acercaron.

8 comentarios:

  1. Preciosoo!! Qué monadaaa, jaja, ya sabía yo que Lore accederíaaaaa....


    Muchos besos, sigueee!!

    ResponderEliminar
  2. Ahora le toca a Esme!! Me hubiera gustado hacer la escena del beso, pero luego Esme se me queja diciendo que los capis que molan me tocan a mi, jajajaja
    Besos

    ResponderEliminar
  3. lore, hazlo tú si quieres porque yo tengo que pasar unos evangelios que me ha mandado la monja... hasta el lunes que viene no podré escribir.

    ResponderEliminar
  4. okiiii, pues cuento tenerlo el fin de semana :)

    ResponderEliminar
  5. Ah, espera que el blog lo hacéis dos!! Qué tonta soy, no lo sabía!!
    En ese casi, enhorabuena a las dos, me gusta mucho la historia, espero ansiosa el siguiente.

    Muchos besos!!

    ResponderEliminar
  6. Wow k capi!!!! Voy a x el siguiente...

    ResponderEliminar
  7. AHHHHHHHHHH... dios sii esqee voi leiiendo ii mee quedoo sin palabras.. :D jja PABLO es loo MEJOR.. ioo sali cn alguien asii.. tuu istooriaa mee enncantaa me acee recordar muchas cosas.. SEGUIR.. !! qee molaa.. =D unn besoo !!

    ResponderEliminar